lunes, 16 de septiembre de 2013

Adorado Otoño...ven a mi

Y así, sin más, se va yendo el Verano. Nos quedan aún algunos días calurosos, bochorno y camisetas de tirantes, diseño de floreados vestidos, Vestido de mil flores para pasear por Roma, más... pronto llegará el tan ansiado por mí, Otoño. Autumn...Autumn...
Ya lo decían mis adorados Kinks en su Autumn almanacq... tea and toasted, buttered currant buns.



Parece mentira cómo pueden cambiar los gustos, las ambiciones, los deseos, las perspectivas, puede cambiar todo en cuestión de tiempo, en cuestión de circunstancias de la vida, en cuestión de vivencias. A mi desde pequeña el Otoño-Invierno no me gustaba nada, en el momento que acababa la feria del pueblo, la segunda semana de Septiembre se me hacía cuesta arriba, la melancolía se apoderaba de cada parte de mi cuerpo, y la nostalgia invadía mi ser hasta hacerme entristecer sobremanera. Mi deseo anhelado año tras año era el Verano, la alegría de los días soleados, los paseos a media noche aprovechando el fresco, las vacaciones tras el año de trabajo, todo era sencillamente casi perfecto, pero quisiera o no quisiera, siempre llegaba el tan temido Otoño..., con ese frío, esa lluvia, esa oscuridad..., esa estación que nunca me gustó y siempre me dio tristeza.

Pero, como ya dije unas líneas más arriba, las perspectivas pueden cambiar..., y así fue cómo allá por el año 2010, en el mes de Octubre en la sierra, mi mente empezó a dilucidar un atisbo de disfrute del Otoño, de los días nublados, los abrigos, las mañanas grises, los días de lluvia, del barro en los zapatos, las mangas largas, las bufandas de cuadros escoceses; y empecé a disfrutar de aquélla sensación de melancolía-nostalgia, mezclada con el romanticismo de las hojas cayendo de los árboles, las tardes de cafés ateneos con mis amigos del alma sujetando la taza para calentar las palmas de las manos, luchando contra el viento y la lluvia con paraguas a colores, tardes de sábado junto al fuego jugando al ajedrez en medio de montañas, y así sin más, pasó de ser una estación odiada a ser mi deseo más anhelado al mirar el almanaque.

Welcome Autumn ..., lo único que cambia entre un poema escrito el año pasado y hoy día son los cálidos abrazos de Tequila, mi amiga del alma, mi compañera durante casi media vida, la mayor alegría que he tenido al abrir la puerta de casa durante los últimos quince años, se merece un homenaje y mil, se merece mis lágrimas y que no la olvide jamás. Elegía a Tequila, la luz de mis últimos quince años

Y para terminar, dejo un enlace precioso que me ha enviado uno de mis amigos del alma desde las Islas Galápago, donde se encuentra trabajando para la F.Darwin desde hace un año, y no puedo evitar emocionarme y echarlo mucho de menos Galápago´s islands, street view / Blog explore-galapagos-biodiversity